Portada » Peces » Peces de agua dulce » Salmón del Atlántico – Salmo salar

Salmón del Atlántico – Salmo salar

Salmón del Atlántico, Salmo salar
Salmón del Atlántico, Salmo salar
NOAA/CC BY-SA 2.0

Características y descripción física

El salmón del Atlántico, Salmo salar, que llega al mar, suele tener un tamaño mayor que el que permanece en agua dulce. Su volumen oscila entre los 4 kilos a los 9 kilos, aunque se han registrado pesos notablemente superiores, pueden llegar a medir 1,5 m de longitud.

El color de este pez varía con la edad. Los salmones más jóvenes tienen entre 8 y 11 franjas pigmentadas en los laterales de su cuerpo, alternadas con una fila de puntos rojos distribuidos en la línea lateral. Estas marcas desaparecen cuando alcanzan cierta edad.

Por otro lado, los salmones en el mar son plateados a los costados y en el vientre, en tanto que la espalda presentan tonalidades marrones, verdes y azules. El salmón del Atlántico tiene manchas negras en forma de X que se esparcen por todo el cuerpo. En la etapa de reproducción adquieren tonalidades bronces con manchas rojizas, con posterioridad, tras el desove, se tornan de color oscuro.

Presenta una cola bifurcada en individuos menores de 20 cm, escamas pequeñas, fuerte dentadura y aleta adiposa. Su cuerpo es fusiforme, fuerte y adaptado para la natación. La cabeza de Salmo salar es bastante pronunciada.

Hábitat del salmón del Atlántico

El salmón del Atlántico es considerado un pez anádromo y bentopelágico, vive en agua dulce durante unos 2 o 3 años, tiempo después migran hacia el mar. Durante su primera etapa de vida, habitan en ríos fríos bastante amplios, con fondos arenosos. Los salmones jóvenes, cuando llegan al mar, permanecen durante 1 a 4 años antes de regresar a su río de origen para desovar.

No hay muchos datos sobre la actividad de los salmones en el mar. Los estudios que se han realizado, indican que algunos salmones comunes deambulan por aguas marinas, mientras que la mayoría de regresan a las aguas en dónde fueron engendrados.

En el mar, Salmo salar se desenvuelve en aguas cuya temperatura oscila entre los 4 a 12ºC. La temperatura mínima que pueden resistir es de -7 ºC, en tanto que la mayor es de 27,8 ºC. Esta última pueden soportarla durante escaso tiempo. Hay autores que establecen como temperatura media 10 ºC y no superior a 20 ºC.

Salmo salar se mueve en rangos de profundidad de entre 0 a 200 m, aunque la media oscila entre 10 a 23 m.

Comportamiento y comunicación

Tienen bien desarrollados los sentidos del gusto, oído y olfato, lo que les permite encontrar alimentos, también realizar sus correspondientes migraciones hacia aguas interiores natales y poder reproducirse. Aunque no se sabe a ciencia cierta cómo el salmón del Atlántico, Salmo salar, puede regresar a sus lugares de orígenes, existen varias teorías al respecto: orientación por la luna y estrellas, sentido del olfato o del gusto.

Alimentación del salmón del Atlántico

El salmón del Atlántico se alimenta de pequeños invertebrados, en su etapa juvenil larvas de insectos, moluscos, etc. Durante su estancia en el mar consumen determinados organismos marinos, como crustáceos, calamares, plancton y peces.

Reproducción y desarrollo

El salmón del Atlántico se reproduce en octubre y noviembre, aunque el pico de desove se manifiesta a fines de octubre. Los machos experimentan cambios en la forma de su cabeza que se alarga y desarrolla un pico en la mandíbula inferior. Los cambios en coloraciones corporales también están presente.

La hembra se encarga de cavar el nido, mientras el macho la corteja y ahuyenta a otros competidores.

Cuando el nido está listo, ambos se alinean para liberar huevos y espermatozoides en forma conjunta. La hembra puede poner entre 500 a 2000 huevos por kg. Después de desovar los cubre y los protegen con grava. Salmo salar puede realizar más puestas hasta concluir el desove, durante ese tiempo construye varios nidos. El desove suele durar una semana, incluso más, la mayoría de reproductores quedan agotados y mueren concluido el periodo reproductivo, otros logran sobrevivir y aparearse más veces, aunque lo normal son dos temporadas reproductivas a lo largo de su vida.

Tras la eclosión de los huevos del salmón del Atlántico, las crías permanecen en la grava hasta que pierden el saco vitelino que los protege, con posterioridad comienzan a desplazarse aguas abajo. Los alevines se mueven en aguas rápidas hasta alcanzar los 65 mm de largo. Cuando llegan a los 12 o 15 centímetros están listos para migrar hacia el mar.

Denominación común

Salmo salar es conocido como salmón común, salmón del Atlántico, en inglés Atlantic Salmon, Black Salmon.

Ubicación Geográfica. Conservación de Salmo salar

Distribución del salmón del Atlántico, Salmo salar

El salmón del Atlántico tiene un rango geográfico bastante amplio, se distribuye por Europa, Estados Unidos, Canadá, también se ha introducido en determinadas áreas de Sudamérica y Oceanía.

Es catalogado como de preocupación menor por parte de la IUCN, entre sus amenazas destacan la contaminación, destrucción de su hábitat y construcción de presas que impiden sus movimientos migratorios. También Salmo salar está incluido en el Apéndice III de la Convención de Berna.

El promedio de vida del salmón del Atlántico es de entre 3 a 5 años, aunque se ha informado de ejemplares que han llegado a los 10 años.

Es apreciado tanto en pesca deportiva como fuente de alimento, al tratarse de un pescado de sabor y textura agradable.

Clasificación científica. Taxonomía de Salmo salar

Dominio: Eukaryota, eucarionte (organismos con células eucariotas)

Reino: animalia, animales

Subreino: Eumetazoa, eumetazoos

Filo: Chordata, cordados

Subfilo: Vertebrata, vertebrados

Intrafilo: Gnathostomata, Gnatostomados, animales mandibulados

Clase: Actinopterygii, actinopterigios, peces con aletas radiadas

Orden: Salmoniformes

Familia: Salmonidae

Género: Salmo

Especie: Salmo salar. Linnaeus, 1758

Autores consultados

Scott y Crossman (1973); Bigelow (1963); Maynor (1996); ITIS (consultado diciembre de 2017); Drummond Sedgwick S. (1982); Kottelat M. y Freyhof J. (2007).


Publicado

en

por

Etiquetas:

Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *